Escribo viendo el Stari Most, es decir que podemos decir que hemos llegado, y bien además. Pero es que el trayecto de Travnik a Mostar bien se merece un post.
Primero me reitero en que las carreteras de Bosnia y Hercegovina son eso, carreteras, no autopistas, un carril para cada sentido, asfaltado (excepto si vas a lugares muy recónditos) con una línea en medio que cuando es discontínua se puede adelantar y cuando es continua no (bueno, esto, algunos locales se lo saltan... como pasa en todos los sitios), como todas las carreteras pues a veces suben, otras bajan, y tienen curvas, algunas abiertas y otras cerradas, lo que no son son autopistas, Y lo que sí son, son preciosas de conducir.
Y así empieza el post, conduciendo entre verde, brutalmente, por la tarde, con calma, respetando todas las señales por las advertencias que teníamos de lo corrupta que es la policía en este país, vaya disfrutando del coche hasta que, en mitad de un pueblo (sin nadie en la calle), sale un policía y me da el alto, me dice algo en serbo-croata y al ver mi cara de tonto dice algo como 'inglish?'.
Ya está, ya la tenemos, pienso, mientras le digo algo así como... yo sí y tu?
La conversación continúa como nos imaginábamos, según él, estábamos atravesando un pueblo (cierto) donde la velocidad máxima permitida es 40 (cierto) a 60 (FALSO).
Total, documentación mía, del vehículo, que salga (todo esto sin entendernos), que me vaya con su amiguito que él toma nota, y su amiguito empieza a apuntar para aclararme su estafa en una operación que pongo a la altura de la de la teoría de la relatividad de Einstein y dice así
A partir de aquí todo se vuelve más absurdo, yo les digo que ya me llegará la multa ¿no? ellos se ponen un poco nerviosos y su inglés no da para más... no sé si quieren que vaya al pueblo a sacar dinero.... total, que al rato, yo insistiendo que vale, que ya me llegará la multa, me saluda 'marcialmente' y me deja ir... a ver que pasa con el depósito del coche de alquiler cuando lo devuelva, pero casi prefiero pagarle al chico de la agencia la gestión de la multa, que a laputa policía, la multa está claro que no la pago.
Después del incidente estoy de mala hostia (normal), pero se me pasa cuando empiezo a ver las vistas del lago Scit, desde el primer momento que lo vemos nos gusta y conforme nos vamos acercando cada vez alucinamos más. Mireioneta me hace parar cada vez con más frecuencia para hacer fotos. Es muy muy bonito. Cuando por fin llegamos a él, y al motivo por el que decidimos ir hasta allí, un monasterio franciscano en medio de una península dentro del lado, ya ni me acuerdo de la policía. La iglesia es grande, pero sencilla por dentro (sobretodo si la comparamos con la de Kraljeva Sutjeska), pero el entorno es fascinante, además, entre los terrenos del monasterio hay unas esculturas religiosas pero de un tallado moderno realmente espectaculares.
Teníamos entendido que se podía dormir en el monasterio, pero nos dicen que no. Es una lástima, hasta que 400 metros más adentro de esta península que es el Scit dentro de la población de Rama-Prozor encontramos nuestra casa preferida en Bosnia, la Komova Gaj, donde nos quedamos en una habitación con vistas al lago y donde hemos sido miembros de su familia por 12 horas.
Esta mañana hemos bajado hasta el lago, miraras donde miraras las vistas eran espectaculares, primero hemos metidos los pies en un agua azul turquesa de cuento. Yo, no he podido más y me he bañado para cerrar una de esas visitas que hacen especial un viaje.
Hemos retomado el camino hacia Mostar, hemos visto un par de controles de policia más por el camino y ya en Jablanica, hemos parado a ver el famoso puente del Neretva que los partisanos tiraron al río para engañar al ejercito nazi y comer el típico cordero del pueblo.
El tramo final del trayecto paralelo al desfiladero del río Neretva, si bien hasta aquí era bonito, a partir de este punto alcanza el punto de sublime, yo diría que es la mejor carretera por la que he conducido nunca.
Todo era mágico hasta que entrar en un pueblo, de nuevo la "policja" nos ha dado el alto de nuevo... pero nada... esta vez solo con ver nuestra documentación y la del coche, nos han dejado pasar, quizá el truco sea hacerse el tonto del todo... ¿inglish?... veri veri little
Poco rato después ya estábamos en Mostar donde ya hemos dado una vuelta y ahora, como decía antes, mientras escribo, veo el Stari Most, pero esta ya es otra aventura.
Primero me reitero en que las carreteras de Bosnia y Hercegovina son eso, carreteras, no autopistas, un carril para cada sentido, asfaltado (excepto si vas a lugares muy recónditos) con una línea en medio que cuando es discontínua se puede adelantar y cuando es continua no (bueno, esto, algunos locales se lo saltan... como pasa en todos los sitios), como todas las carreteras pues a veces suben, otras bajan, y tienen curvas, algunas abiertas y otras cerradas, lo que no son son autopistas, Y lo que sí son, son preciosas de conducir.
Y así empieza el post, conduciendo entre verde, brutalmente, por la tarde, con calma, respetando todas las señales por las advertencias que teníamos de lo corrupta que es la policía en este país, vaya disfrutando del coche hasta que, en mitad de un pueblo (sin nadie en la calle), sale un policía y me da el alto, me dice algo en serbo-croata y al ver mi cara de tonto dice algo como 'inglish?'.
Ya está, ya la tenemos, pienso, mientras le digo algo así como... yo sí y tu?
La conversación continúa como nos imaginábamos, según él, estábamos atravesando un pueblo (cierto) donde la velocidad máxima permitida es 40 (cierto) a 60 (FALSO).
Total, documentación mía, del vehículo, que salga (todo esto sin entendernos), que me vaya con su amiguito que él toma nota, y su amiguito empieza a apuntar para aclararme su estafa en una operación que pongo a la altura de la de la teoría de la relatividad de Einstein y dice así
40-60=20
donde 40 es la velocidad máxima que se podía circular, 60 a la que según él circulaba y 20... LOS EUROS QUE QUIERE QUE LE DÉ.A partir de aquí todo se vuelve más absurdo, yo les digo que ya me llegará la multa ¿no? ellos se ponen un poco nerviosos y su inglés no da para más... no sé si quieren que vaya al pueblo a sacar dinero.... total, que al rato, yo insistiendo que vale, que ya me llegará la multa, me saluda 'marcialmente' y me deja ir... a ver que pasa con el depósito del coche de alquiler cuando lo devuelva, pero casi prefiero pagarle al chico de la agencia la gestión de la multa, que a la
Teníamos entendido que se podía dormir en el monasterio, pero nos dicen que no. Es una lástima, hasta que 400 metros más adentro de esta península que es el Scit dentro de la población de Rama-Prozor encontramos nuestra casa preferida en Bosnia, la Komova Gaj, donde nos quedamos en una habitación con vistas al lago y donde hemos sido miembros de su familia por 12 horas.
Hemos retomado el camino hacia Mostar, hemos visto un par de controles de policia más por el camino y ya en Jablanica, hemos parado a ver el famoso puente del Neretva que los partisanos tiraron al río para engañar al ejercito nazi y comer el típico cordero del pueblo.
El tramo final del trayecto paralelo al desfiladero del río Neretva, si bien hasta aquí era bonito, a partir de este punto alcanza el punto de sublime, yo diría que es la mejor carretera por la que he conducido nunca.
Todo era mágico hasta que entrar en un pueblo, de nuevo la "policja" nos ha dado el alto de nuevo... pero nada... esta vez solo con ver nuestra documentación y la del coche, nos han dejado pasar, quizá el truco sea hacerse el tonto del todo... ¿inglish?... veri veri little
Poco rato después ya estábamos en Mostar donde ya hemos dado una vuelta y ahora, como decía antes, mientras escribo, veo el Stari Most, pero esta ya es otra aventura.
Laku not
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