Se le atribuye a Mandela una frase que dice algo así como “Hay que volver a un lugar no ha cambiado para ver como has cambiad tú”. Esta frase se utiliza mucho como cabecera de “viajeros” (o turistas) y en este viaje a EEUU, y sobre todo a Nueva York, he podido, vivirla.
Hacía más de 10
años que no viajaba a EEUU, y, si nos centramos en Nueva York, que es el lugar
donde más había estado, y el que ha sido nuestro campo base, me encontré una
ciudad que no me ha sorprendió, entendiendo que he tenido muchas sorpresas pero
que NY no deja de ser el parque temático más grande del mundo, donde todo es
posible y donde lo normal es tener cada vez que vas nuevos rascacielos, nuevas
atracciones, nuevos musicales…
Por tanto, me atrevo
a decir que NY no ha cambiado, se transforma sin parar, que es su late motive el
fondo es el mismo, ese art decó, ese estilo decadente y bucólico de la primera
mitad del siglo XX, el metro viejo, pero funcionando…
Y eso se mantiene
en las grandes infraestructuras, nuevos y modernos rascacielos como el Summit o
el One World aparecen en el sky line de la ciudad, pero el Empire State, el Top
of the Rock continúan allí imperecederos, como en detalles, los WCs continúan teniendo
mucha agua en el agujero y el aire acondicionado está a temperaturas polares en
todos los locales. Es NY, se ama o se odia, por suerte nosotros somos de los
primeros.
Y no es fácil, es
una ciudad dura, durísima, hemos visto muchos sin hogar, no sé si más que
anteriormente, yo, o quizá mi alrededor, sí ha cambiado, y me fijo más en estas
cosas estando de viaje, mucha pobreza e incluso miseria, muchas personas en la
calle y muchos con problemas sicológicos, no hemos tenido problemas de
seguridad, pero sí que ha habido alguna situación desagradable de las que no
estamos acostumbrados, ni en casa ni en ningún lugar en los que hemos estado de
viaje.
Con esto no quiero,
ni mucho menos, culpar o generalizar, tan solo decir que nuestra impresión es
que Nueva York, o quizá sería mejor decir Manhattan y zonas colindantes es un
lugar tan de película como difícil para vivir. Los precios son ultra caros, es
la capital del mundo (occidental) y allí se junta muchísima población en busca
de un sueño americano que hace mucho dejé de existir. Vivir allí es un lujo,
allí muchos sobreviven.
Y que está claro
que en general la gente es muy simpática, cortés y atenta… de normal, el ritmo
de vida en NY es muy rápido y si te paras de golpe en la acera, pues, de una
manera muy atenta, te apartan, ellos no están para parar ni andando… ni algunos
conduciendo por la autopista, donde, aunque los límites de velocidad son bajos,
no se respetan mucho. Como en todos lados hay personas más simpáticas y otras,
bordes, aunque aquí, por desgracia, esos comportamientos, y ojo porque quizá
esto sea un prejuicio, vienen dados por la situación económica o laboral de la
persona, todo muy muy americano.
Por otro lado, hay
tópicos que se mantienen in eternum, el que siempre te van a quedar cosas por
hacer, el bien llamado síndrome FOMO, del que por supuesto, hemos sido víctimas
y aun pensamos en que tenemos que volver pronto a NY, o la vena consumista, ayudada
por todo tipo de tiendas, clásicas, a la última o los centros comerciales en
cualquier lugar, estación, zona…
A estos clásicos hay que añadir nuevos tópicos, algunas muy positivas, como el intento de pacificar NY, suena a chiste, pero hay muchos (y buenos) carriles bici, o la apertura de la ciudad a los muelles como Little Island, o la High Lane por otro lado, el recuerdo del 11S permanece en su memorial y también en los neoyorquinos, cosa que ayuda a reforzar su sentido de la patria, aunque no sea muy difícil en un lugar donde la bandera y el himno son respetados como en ningún otro, y otras cosas como el olor a Marihuana en la ciudad debido a su reciente legalización y que esperemos que ayude a regular el consumo pero que no quede como la nueva fragancia de la ciudad.
Es NY (y por ende
los EEUU), el lugar que quieres conquistar los extraterrestres, el que nunca duerme,
el que sin cambiar está en constante movimiento y en el que, como decía al
principio me ha servido para ver como he cambiado yo, pero esa reflexión queda
fuera de este blog.
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